Bienvenidos nuevamente a “Sin Tabúes”, en nuestra emisión número 9.
Mi nombre es Yanina La Provitera. Soy Consultora Psicológica especializada y conductora de este espacio.
Hoy hablaremos de las fallas en la respuesta sexual humana. Para entender mejor esta emisión, les recomiendo ver la anterior.
Las fallas pueden ser primarias o secundarias. Entre las primarias, podemos encontrar ausencia del deseo, ausencia del orgasmo, pero es una ausencia que se da a lo largo de la vida. En cambio, entre las fallas secundarias, encontramos dificultades que aparecen repentinamente. Cualquier persona puede padecer una falla primaria o secundaria, pero las primarias están relacionadas, por ejemplo, con personas que nunca tuvieron un orgasmo o que padecen una constante falta de deseo. En cambio, cuando hablamos de secundarias, hablamos de personas que sí experimentaron deseo y orgasmo durante sus vidas, pero, en algún momento, estos empiezan a decaer.
Dentro de las fallas secundarias, se encuentran las situacionales, que tienen que ver con una condición específica, por lo tanto, la falla se da según cierta situación; y, también, están las selectivas, que se ocurren con ciertas personas. Para situar un ejemplo, podemos hablar de aquellos hombres que no pueden tener relaciones con su esposa, pero sí con otra persona. Igualmente, no todos estos casos ameritan ser clasificados como fallas secundarias, selectivas, ya que se debe evaluar en cada pareja qué se juega.
El órgano más importante de la sexualidad es el cerebro, por eso es muy importante que se dejen fluir, que piensen en sus sensaciones eróticas, liberándose de la ansiedad y del stress, ya que estos funcionan como inhibidores y pueden causar disfunciones.
La corteza cerebral es la parte del cerebro que dice con quién, cómo y cuándo voy a tener sexo.
Las disfunciones son siempre un disparador de algo. No nos tenemos que encasillar solamente en la disfunción, sino que debemos ver qué está pasando en esa persona o en esa pareja.
Otro tema muy importante, que ya había mencionado en la emisión anterior, es la comunicación: todos somos diferentes, por lo tanto, es bueno comunicarle al otro qué deseo y preguntarle al otro qué le gusta. Es imprescindible que cada uno aprenda a conocer su propio cuerpo para poder conocer sus gustos y luego transmitirlos.
Las disfunciones sexuales suelen clasificarse en cuatro categorías:
Están los trastornos del deseo sexual. Entre algunas de sus causas, encontramos una disminución del nivel hormonal, también la edad, la fatiga, el embarazo, algunos medicamentos, la depresión y la ansiedad.
Los trastornos de la excitación sexual, antes llamados impotencia en los hombres y frigidez en las mujeres. Entre algunas de sus causas, encontramos un insuficiente riego sanguíneo o falta de lubricación vaginal.
Los trastornos del orgasmo, que están relacionados con el retraso de éste o su ausencia, y ocurren tanto en hombre como en mujeres.
Y, por último, los trastornos de dolor sexual, que afectan casi exclusivamente a las mujeres. Entre ellos encontramos el intercambio sexual doloroso y el vaginismo, que son espasmos involuntarios de los músculos de la pared vaginal que dificultan o impiden el coito.
Es importante que la mujer esté bien lubricada para poder disfrutar de la relación y no padecer de dolores. La poca lubricación puede deberse a una estimulación insuficiente o cambios hormonales. Si no logra lubricarse correctamente, puede utilizar lubricantes a base de agua. Recuerde que siempre es aconsejable tomarse un tiempo previo para comunicarse y jugar con las fantasías.
Gracias por acompañarnos.
Clr. Trad. Yanina La Provitera.
Sin tabúes: las fallas en la respuesta sexual humana
martes, 11 de octubre de 2011
Publicado por
Luciano Trejo
en
7:29
Etiquetas: Sin tabues - Yanina LaProvitera
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