Sin tabúes: Sexualidad durante el embarazo

Bienvenidos nuevamente a “Sin Tabúes” en nuestra emisión número 4.

Mi nombre es Yanina La Provitera. Soy Consultora Psicológica especializada y conductora de este espacio.

Continuaremos hablando de Sexualidad en las diferentes etapas de la vida. Hoy nos focalizaremos en la “Sexualidad durante el embarazo”.
No es raro que, en esta etapa, la mujer no desee practicar el coito por diferentes razones, como ser, molestias, miedo, cansancio, poca lubricación vaginal, entre otras. Puede suceder que la pareja tenga miedo de dañar al feto, que la mujer no se sienta seductora y deseada o que el hombre no sienta la misma motivación ante los cambios del cuerpo de su pareja. Estos cambios físicos y psíquicos son esperables, por lo tanto, no hay que alarmarse. Es importante no tenerle miedo a estas situaciones y mantener un buen nivel de comunicación y afectividad entre ambos, además de estar informado correctamente sobre los cambios que se experimentan durante ese período.
Los trastornos sexuales más frecuentes en esa etapa suelen ser problemas de deseo sexual, anorgasmia o incapacidad para que la mujer alcance el orgasmo. Sin embargo, hay mujeres que llegan más fácil al orgasmo durante el segundo trimestre del embarazo. En cuanto al hombre, se destacan la disfunción eréctil y la eyaculación precoz.
Como vimos en otras emisiones, la sexualidad no abarca solamente la genitalidad, por lo tanto, hay muchas maneras de mantener el lazo, sin necesidad de una penetración. Igualmente, si el embarazo transcurre sin complicaciones, no hay hemorragias, amenaza de aborto o de parto prematuro, no hay por qué evitar la actividad coital, ya que el bebé se encuentra bien protegido dentro del cuerpo femenino, por lo tanto, no corre peligro durante el coito. De todas maneras, siempre puede consultar sus dudas con el profesional que corresponda para que la oriente mejor, de acuerdo a su caso.
Las posiciones recomendadas durante el embarazo son aquellas en las que no se descargue el peso sobre el abdomen. Se recomienda reanudar las relaciones sexuales lo antes posible, transcurrido el tiempo de recuperación física, que es de aproximadamente seis semanas. Hay que tener en cuenta que la llegada del bebé implica llevar a cabo muchas nuevas adaptaciones y cumplir con obligaciones. Es importante que la pareja establezca una relación de complicidad en la crianza, que entienda que los niños dependen de los dos y que su intimidad afectiva y sexual es compatible con la paternidad y maternidad, ya que ambos siguen siendo objeto de deseo, por lo tanto, el juego amoroso no debe desaparecer y se puede estimular mediante salidas, mimos, masajes, tiempo compartido.
Es posible que, debido a los cambios hormonales, sea necesario utilizar lubricantes y geles vaginales. Es preferible usar lubricantes de base hídrica o solubles en agua, ya que otros pueden traer complicaciones, y que tenga un pH ligeramente ácido, que no supere el 5.0. No tenga miedo de consultar estas opciones con su profesional.
En nuestra próxima emisión estaremos hablando de “Sexualidad en la adolescencia”. Para ello, les recomiendo que escuchen la emisión número 3 de Sin Tabúes, en la que se habla de Sexualidad en la infancia.

Gracias por acompañarnos.