Hablamos de Motivación
Cuando hablamos de motivación hablamos de impulsos que lleva a la persona a realizar determinadas acciones que se orientan para alcanzar un objetivo.
En este accionar se ve involucrada la voluntad de querer hacer algo y la necesidad de de alcanzar aquello que se ha propuesto como meta.
Hay aspectos del comportamiento humano que están íntimamente relacionados con la motivación. Las razones: ¿Por qué hacemos algo?, que comportamiento elegimos: ¿Qué es lo que hacemos? y El fin de esa acción: ¿Qué alcanzaremos con lo que hacemos?
Además dentro de la motivación podríamos distinguir entre impulsos que son estados internos de la persona y tienen que ver con cierta intensidad de energía que se activa para alcanzar un logro y podemos hablar de expectativas que son variables cognitivas, donde entra en juego lo que pensamos, sabemos y creemos acerca de las acciones que pondremos en juego para alcanzar esas metas.
Mashlow, psicólogo humanista, habla de un orden o estructura jerárquica de las necesidades: fisiología, seguridad, afiliación, reconocimiento, autorrealización. La tendencia a la autorrealización y crecimiento del ser humano seria lo que gobierna y organiza las demás necesidades y su satisfacción.
¿Puede una persona entrar en conflicto con su motivación?
La respuesta es si.
Cuando una persona tiene dudas de acuerdo a que acciones poner en juego porque tiene distintos intereses y necesidades a cubrir , podemos decir que se encuentra en un conflicto motivacional. Es posible que sienta tensión, incertidumbre, ansiedad por no saber qué necesidad cubrir. Y hacia donde orientar su comportamiento. Un ejemplo puede ser cuando un joven termina su secundario y debe elegir una próxima carrera y no es solo una la le interesa.
También puede ser que una persona “se sienta desmotivada” y en estos casos son también distintos aspectos los que pueden estar influyendo en ese estado.
La autoestima es uno de los principales aspectos a considerar cuando esto ocurre. La poca confianza en sí mismo puede provocar un gran desaliento para organizar acciones en pos de una meta.
El sentirse amenazado por el entorno. Tener temor a no poder dar las repuestas adecuadas puede ser también motivo de que una persona no se sienta motivada.
Los estados de intensa angustia también pueden influir notoriamente en la motivación .
Aquello que se vive como una gran frustración también puede colaborar generando desmotivación .
Trabajando sobre cada uno de estos aspectos intentando revisar valoraciones, percepciones, creencias, información, pensamientos etc, ayudará de manera positiva a que la persona reorganice su entusiasmo y se reanime en nuevos objetivos.
Clr. Graciela Taffarelli
Como sentimos lo que vivimos? (La motivación)
lunes, 22 de agosto de 2011
Publicado por
Luciano Trejo
en
21:03
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario