Hablamos del estrés y distrés.
Según la OMS “el estrés es el conjunto de reacciones fisiológicas que prepara al organismo para la acción”. Esto se produce cuando el medio se percibe amenazante. Entonces reaccionamos fisiológicamente para un enfrentamiento o huida. Es decir que el estrés en si mismo no es ni negativo ni positivo
Hablamos de distrés, cuando la persona percibe al el medio con demandas excesivas y de gran intensidad, como así también prolongadas en el tiempo. La adaptación a esto le implica a la persona un gran esfuerzo. Esto es causa del estrés negativo o distrés.
Ansiedad, alteraciones en el humor, menor rendimiento físico y psíquico, sensación de cansancio, disfunciones sexuales, alteraciones en el sueño, irritabilidad, falta de concentración, pueden ser parte de los síntomas del distrés que presenta una persona.
Ahora una persona puede estar tan acostumbrada a estos síntomas al punto tal de que no percibirlos como algo que debe atender.
Este proceso puede presentar cinco fases:
La primera fase suelen aparecer conflictos en los vínculos. La persona puede presentar una marcada fatiga física o mental permanente. Aparece una necesidad imperiosa de dormir. Npo hay causas físicas aparentes que justifiquen el cansancio.
En la segunda fase todo el entorno se empieza a percibir como una amenaza. Surgen conflicto en la mayoría de los vínculos. La persona puede tender al aislamiento.
Llegando a esta tercera fase la intensidad de las emociones afecta la capacidad de la persona . esta comienza a dudar de sí misma. Se siente insegura. Vulnerable. Los vínculos son mas conflictivos y se debilitan.
En la cuarta fase pueden aparecer dolencias físicas como tensión muscular, dolores de cabeza, etc.
Y en la quinta fase aparece un estado de agotamiento crónico. Puede incluso debilitarse el sistema inmunológico. Es decir que pueden aparecer enfermedades: úlceras, colitis, problemas respiratorios, hipertensión cardiopatías, etc.
Prevenir el estado de distrés es de gran importancia. Cuando surgen aspectos que solos sentimos que no podemos acomodar es necesario buscar ayuda profesional.
En ese proceso se irán detectando factores de riesgo, la valoración que hace la persona sobre lo que le acontece, y se lo acompañara para alcanzar nuevos estados de equilibrio físico y emocional, mas saludables.
Es necesario incorporar cambios en nuestra vida cotidiana antes de que estas manifestaciones aparezcan.
El cambio no es fácil pero debemos intentarlo. Es importante saber que a estas instancias hemos llegado nosotros, con nuestro sentir , pensar y accionar. Ante señales de esta índole es necesario que los cambios se planteen desde estos tres lugares.
Cómo pensamos, como sentimos y como accionamos en nuestra vida cotidiana.
Clr. Graciela taffarelli
Como sentimos lo que vivimos? (estrés y distrés)
martes, 16 de agosto de 2011
Publicado por
Luciano Trejo
en
22:06
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