Este trabajo presenta los conocimientos, actitudes y habilidades básicas que se requieren para un uso eficaz del Counselling (consejo asistido) en la atención a pacientes/usuarios/clientes. Se subrayan los beneficios que dicho uso conlleva para el propio profesional de la salud, en relación con el manejo de sus propias emociones y las de los pacientes, y con la facilitación de cambios duraderos en las conductas de los usuarios y familiares.
Sus ideas-fuerza son:
Desde el Counselling se entiende que la salud es un derecho que todos los ciudadanos tienen (incluidos pacientes y profesionales de la salud, desde luego), no una obligación; y eso queda plasmado en contenidos y métodos específicos.
El Couseling otorga al paciente el papel de "conductor" (de su proceso salud-enfermedad) , y al profesional el de "facilitador" ("co-piloto" de esa conducción).
El Counselling contempla tres tipos de habilidades: emocionales (intra e interpersonales), de comunicación y de motivación para el cambio.
Las habilidades permiten controlar el desarrollo e intensidad de las alteraciones emocionales que aparecen en pacientes, en familiares y en los propios profesionales.
En la comunicación con el usuario, "la música" (lo no verbal, cómo se comunica) es tanto o más fundamental que "la letra" (lo verbal, qué se comunica).
Es difícil promover cambios duraderos en las conductas de los usuarios sin realizar previamente un diagnóstico conductual riguroso.
El primer y gran beneficiado en el Counselling es el propio profesional que lo practica, que puede lograr sus objetivos de forma más eficaz, y al menor coste personal posible.
La práctica habitual del Counselling es una buena forma de prevenir la aparición de situaciones difíciles, agresivas y emocionalmente desbordantes.
Es probable que el Counselling ponga en crisis contenidos y, sobre todo, formas de hacer; esto es magnífico, pues está ofreciendo la posibilidad de incorporar cambios.
Escuela Andaluza de Salud Pública.
Arg Counseling
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