Como sentimos lo que vivimos? (Los Si y los No para los adolescentes)

lunes, 18 de julio de 2011

Los Si y los No para los adolescentes.

Sabemos que la adolescencia es una etapa en la que los cambios físicos y emocionales, se hacen tan evidentes para los jóvenes que adolecen como para el entorno familiar.
Esta situación provoca un cambio significativo en los vínculos. Se puede decir que es común que en las relaciones familiares aparezca cierta confusión.
Concretamente hay padre que suelen decir que desconocen a sus hijos, que temen perder el control de la situación respecto a ellos.
Puede ser que no quieran o desconozcan como brindarles a sus hijos una mayor independencia.
Además a estos aspectos se suma cuestiones de la época actual en donde debido a la inseguridad tanto lo adultos como los jóvenes se ven vulnerabilizados y la independencia suele tener a veces un costo alto.

Los jóvenes se encuentran atravesando un cambio difícil, en el que seguramente van a incurrir en errores, darán opiniones erróneas, pueden llegar a actuar impulsivamente en más de una oportunidad, manifestarán obsesiones pasajeras.
Es importante que los padres comprendan la importancia que tiene esta etapa evolutiva. Dejar que los adolescentes puedan comprobar el resultado de sus acciones erróneas.
Es decir dejarles los espacios, poder esperar con paciencia a que los jóvenes vean el producto de sus acciones.

En la casa es necesario que los jóvenes sientan que las reglas no son impuestas, sino que esta se construyan y que surjan del mismo vínculo familiar.
Si en el vínculo que establecen los padres con los jóvenes, los padres colaboran desde una actitud donde generen espacios para que sus hijos puedan expresar sus sentimientos, aún aquellos donde expresan broncas, resentimientos, enfados, estarán propiciando un espacio donde los adolescentes puedan poner palabras a las situaciones que los desbordan y que no pueden llegar a manejar. Esto sin lugar a dudas favorece el vínculo.
Es necesario también que los padres les expresen sus reconocimientos, para que los jóvenes sde sientan valorados. Pasa que el adolescente necesita reconstruir su autoimagen, a partir justamente de su autoestima.
Pedir participación por parte de los padres cuando hay que construir nuevas normas en la familia, ser coherentes entre lo que se dice y se hace, son actitudes que los jóvenes esperan de sus progenitores.
Sin embargo a la hora de hacer respetar ciertas reglas, especialmente aquellas que tienen que ver con su propio cuidado o el cuidado hacia otras personas, allí los padres deben trasmitir su firmeza.
En más de una ocasión será conveniente el previo acuerdo entre el padre y la madre antes de tomar decisiones para no ver tambalear los resultados frente a sus hijos. Los adolescentes en estas edades, suelen llevar a confrontaciones muy intensas.

Los jóvenes necesitan confrontar, apoyarse en resistencias para poder crecer. Será oportuno que lo adultos no olvidan esta característica.
Pero si bien es adecuado que tengan espacios donde puedan discutir sus puntos de vista o argumentar, también es muy necesario que el respeto mutuo siempre este `presente.
Que las discusiones que puedan generarse tengan un encuadre y cuando este sea trasgredido, los padres puedan poner el stop, para finalizar momentáneamente la confrontación hasta tanto se hayan acomodado las energías.

Nuestros hijos aún en la adolescencia esperan la coherencia de sus padres en su sentir, pensar y hacer… No nos guardemos en el silencio con ellos… una palabra dicha a tiempo… una decisión… y una acción oportunas, pueden cambiar el rumbo hacia horizontes mas esperanzados para ellos.

Clr. Graciela Taffarelli


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