Como sentimos lo que vivimos? (Los miedos y el cambio)

martes, 21 de junio de 2011

Los miedos y el cambio.

Vivimos inmersos en una realidad cambiante. Esta no es solo una mera afirmación. Es una parte de la vivencia real.
Sin embargo curiosamente buscamos establecer ciertas estructuras regulares y secuenciales dentro de “ese cambio permanente”. Estos aspectos que de alguna manera vamos construyendo en relación a los vínculos, situaciones, experiencias, nos brindan cierta certeza y seguridad sobre la cual nos apoyamos para poder proyectarnos hacia el futuro.
Esta misma confianza y tranquilidad puede producir en nosotros una relación de apego o dependencia con algunas personas o situaciones.
Cambiar entonces en esos casos puede movilizarnos a tal punto que nos genere angustia y temor.

Sentir que no podemos sostener o salir airosos de la nueva situación. No estar seguros de los recursos con los que contamos internamente. Nos da miedo.
La posibilidad de sufrir alguna pérdida moral, material, afectiva, también nos da miedo.
Sentir que podemos equivocarnos, que quizás no podamos resolver desde el cambio, ver desdibujada nuestra imagen ante nosotros mismos o ante otros, nos asusta y nos angustia.
Entonces frente a estos sentimientos y frente a un posible cambio podemos reaccionar de distintas formas.

Quizás reaccionemos resistiéndonos y negándonos directamente a la nueva opción. También podemos aceptar al tomar conciencia que cambiar, sería beneficioso, pero resulta que inconscientemente boicoteamos la situación.
Podemos aceptar “lo nuevo”victimizándonos, sintiendo que otra solución no quedaba.
Pero también podemos reaccionar viendo “ lo nuevo” como un desafío.

Es necesario saber que cambiar depende de nosotros. De cómo nos veamos interiormente. De cómo se encuentre nuestra auto-estima. De la confianza que nos tenemos a nosotros mismos para salir delante de las situaciones conflictivas.
Es común escuchar a las personas, luego de atravesar ciertos momentos críticos, decir: “la verdad es que no sé como hice…”” no entiendo de donde saqué fuerzas… “y es que muchas veces no nos conocemos en profundidad ni conocemos nuestros recursos y nos sorprendemos mientras vamos actuando.

Gestar una transformación lleva un proceso que además puede necesitar ayuda profesional. Así mismo en cada proceso de cambio podemos sentir idas y vueltas. Es bueno saber que el andar tiene sus propios ritmos y que estos generalmente no son lineales.
Lo distinto implica riesgos , pero también abre horizontes y cuando logramos un cambio, comúnmente otros se suscitan como en un efecto dominó.
Cuando nos surge la necesidad de una modificación esta nos habla de la necesidad de ir dejando de ser lo que en realidad no somos , para poder ser más genuinamente quienes somos…

Graciela Taffarelli

0 comentarios: