Hablamos de resiliencia
Hay quienes tienen poca resistencia para las situaciones adversas, para aceptar lo que los frustra. En lugar de trabajar acerca de los posibles cambios personales, que le permitan cierta adaptación, eligen cambiar la opción, las circunstancias, es decir cambiar el afuera sin intentar modificar o revisar lo que pasa en el “interior de sí mismo”.
Esto deja casi siempre el sabor de lo “no logrado”.
La capacidad de una persona de superarse, madurar, y adquirir nuevos aprendizajes, lo habilitará para afrontar nuevas experiencias con mayor equilibrio y seguridad de sí misma y mayores competencias para arribar a distintas resoluciones. A este bagaje lo llamamos resiliencia.
Desarrollando esta capacidad la persona realimenta su imagen interna, adquiere mayor confianza, lo que favorece sus logros aumentando así su propia valoración. Se produce así una especie de retro-alimentación dinámica.
Hay estudios realizados acerca de aquellas personas que promueven su resiliencia, sería una instancia preventiva en relación a los trastornos emocionales y el estrés.
Los individuos que cuentan con esta características, suelen ser mas confiados y autónomos, pueden recuperarse más rápidamente de situaciones conflictivas, dolorosas o apremiantes.
Son mas empáticas y entre otras capacidades interpersonales que suelen desarrollar, la comunicación por lo general es eficaz, clara.
Estas forma de “pararse frente a los obstáculos”, pueden ser favorecidas o estimuladas desde la infancia.
¿Cómo?
Por ejemplo los adultos que acompañan las primeras etapas de crecimiento de los pequeños, (padres, docentes…), es importante que brinden oportunidades para que tempranamente los niños intenten resolver aquellas cuestiones conflictivas que se le presentan y que mas allá de que les provoquen cierto grado de frustración y malestar, puedan rescatar cual fue el aprendizaje de la experiencia y asumir que de los errores cometidos, suelen aparecer siempre buenas opciones.
De esta manera el niño se va dando cuenta de que el “cambio” es parte de la existencia., y que no siempre lo que es factible de transformación es el entorno en su beneficio…
Hay personas adultas que vivencian las crisis de manera muy angustiante, quedando sin saber cómo continuar. Paralizados. Angustiados.
Un proceso de Counseling, puede ayudar a tener otros puntos de vista y transformar las crisis en oportunidades, que le permitan al individuo “darse cuenta “ que posee recursos para superarse, que los problemas no se resuelven deslindando culpas, tapándolos, o haciendo evaluaciones inadecuadas, ni distorsionando la realidad.
Durante un proceso de estas características, el consultante aprendería a no sobredimensionar las situaciones conflictivas e irse poco a poco afianzando en un auto-apoyo, sintiéndose mas seguro y competente.
Ùede comenzar a sentir que el medio, no es tan amenazante como parecía, se tensionará menos porque ya no necesitará “defenderse tanto”, irá disminuyendo el estrés.
Entonces, la posibilidad de ver de manera más positiva los hechos, surgirá en forma más espontánea.
Clr. GracielaTaffarelli
Que nos dice hoy Graciela? (Resiliencia)
sábado, 7 de mayo de 2011
Publicado por
Luciano Trejo
en
20:04
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